En los últimos años, los profesionales del Facility Management se han visto inmersos en un contexto cada vez más normativo y estructurado. Entre las referencias más destacadas emergen dos estándares internacionales que, aunque complementarios, responden a necesidades distintas: la ISO 41001:2018, centrada en la gestión de instalaciones, y la ISO 55001:2014, enfocada en la gestión de activos. Ambas son aplicables al entorno de FM, pero ¿cuál aporta más valor real al rol del Facility Manager?
Enfoques diferentes, propósitos distintos
La ISO 41001 define los requisitos para establecer un sistema de gestión de Facility Management. Está orientada a asegurar que los servicios de soporte —infraestructura, entorno de trabajo, mantenimiento, limpieza, seguridad, etc.— se alineen con los objetivos del negocio principal. Su enfoque es holístico, centrado en la prestación de servicios, la integración con el cliente interno y la mejora continua del entorno construido.
Por su parte, la ISO 55001 proporciona un marco para la gestión de activos físicos a lo largo de su ciclo de vida. Su objetivo es maximizar el valor derivado del uso de los activos, equilibrando coste, riesgo y rendimiento. Tiene un fuerte componente financiero, técnico y estratégico, con una mirada de largo plazo hacia la inversión, renovación y sostenibilidad de los activos.
¿Dónde está el foco del FM?
El valor que cada norma aporta al Facility Manager depende en gran medida del tipo de organización, del grado de madurez del área de FM y de su nivel de responsabilidad sobre los activos.
- En entornos operativos donde el FM tiene responsabilidad sobre múltiples servicios y debe asegurar su integración, eficiencia y cumplimiento normativo, la ISO 41001 es clave. Proporciona un sistema de gestión transversal, adaptable y enfocado en el desempeño de los servicios y la satisfacción del usuario final.
- En organizaciones intensivas en activos, como plantas industriales, utilities, redes ferroviarias o grandes carteras inmobiliarias, la ISO 55001 cobra más relevancia. Aquí, la gestión del ciclo de vida, la depreciación, el valor residual y la planificación del reemplazo se vuelven prioritarios.
Valor para el profesional de FM
Desde la perspectiva del Facility Manager como profesional, la ISO 41001 proporciona una estructura directamente aplicable a su día a día: planificación de servicios, evaluación de desempeño, auditorías, gestión documental, relación con partes interesadas y mejora continua. Además, posiciona al FM como un actor estratégico dentro de la organización, al alinear sus servicios con los objetivos del negocio.
La ISO 55001, en cambio, permite al FM elevar su perfil si participa en la toma de decisiones estratégicas sobre los activos. Le exige dominar conceptos como coste del ciclo de vida, criticidad, rendimiento técnico, riesgo y valor del activo. Es una norma más técnica, que puede complementar al FM cuando este asume roles cercanos al asset manager o participa en decisiones de inversión o desinversión.
¿Complementarias o excluyentes?
La pregunta no debe ser cuál aplicar, sino cuándo aplicar cada una y cómo integrarlas inteligentemente. En muchas organizaciones, ISO 41001 e ISO 55001 deben convivir. La primera regula la prestación del servicio de gestión de instalaciones; la segunda, la gestión de los activos que soportan esos servicios.
Un sistema de FM bien implantado puede apoyarse en la 41001 para asegurar la eficiencia operativa diaria y utilizar la 55001 como herramienta para tomar decisiones estratégicas de inversión, renovación o mantenimiento de activos. El Facility Manager se convierte entonces en el nexo entre ambos mundos.
Conclusión: madurez, contexto y ambición
Elegir entre la ISO 41001 y la 55001 no es una cuestión de jerarquía normativa, sino de madurez organizativa y visión profesional. Para un FM que desea estructurar su función, asegurar el cumplimiento y optimizar la prestación de servicios, la ISO 41001 es una referencia inmediata. Para quien aspira a ampliar su influencia y participar en decisiones de capital y estrategia de activos, la ISO 55001 representa un paso natural en la evolución hacia una gestión más integrada.
En definitiva, ambas normas no son excluyentes: son peldaños distintos en la profesionalización del Facility Management. El verdadero valor para el FM reside en saber cuándo aplicar cada una y cómo construir puentes entre ellas para aportar resultados tangibles y sostenibles a la organización.
Javier García Montesinos Director de CREA Soluciones Inteligentes y de CREA Learning Management. Consultor estratégico AM, BIM y FM