El consumo del café se puede convertir en un bien de lujo
Para poner en contexto, el mercado del café es un mercado global, en el que tienen repercusión desde cambios políticos,
legislativos, la moneda, el clima, el transporte y que se rige o se indexa por una bolsa mundial. En estos momentos se está viviendo una etapa muy particular donde parece que hay una tormenta perfecta en todo lo que afecta al precio del café, produciéndose una de las mayores subidas en 20 años, y que podría tener que ver con las diferentes casualidades.

Factores clave en el encarecimiento del café
La entrada en vigor de la Regulación de la Deforestación (EUDR), prevista para enero de 2025 y aplazada a 2026, ha llevado a muchos operadores a adelantar compras, reduciendo la oferta. A esto se suma la incertidumbre política en EE.UU. y la posibilidad de aranceles a Sudamérica, que ha intensificado la demanda y encarecido el mercado. Las fluctuaciones monetarias también han impactado: el fortalecimiento del real brasileño y la apreciación del dólar han hecho que comprar café sea más caro. Como resultado, la bolsa del café ha experimentado subidas de hasta un 70%.
El clima es otro factor determinante. Sequías, heladas y temperaturas extremas han afectado las cosechas y, en muchos casos, han dañado las plantas, reduciendo la producción futura. En Brasil y Vietnam, grandes productores de robusta, muchos agricultores han optado por cambiar sus cultivos por opciones más rentables a corto plazo, reduciendo aún más la oferta global. En el ámbito logístico, los tiempos de envío han pasado de 20 a más de 45 días, encareciendo aún más la cadena de suministro.
La visión de Delikia: comercio directo y especialidad
En Delikia llevamos más de 10 años apostando por el comercio directo con productores en Nicaragua. Esta relación estable garantiza un suministro de calidad y permite a los productores planificar mejor sus inversiones, adaptándose a normativas como la EUDR. Nuestra apuesta por el café de especialidad nos ha permitido ofrecer siempre un producto diferenciado. Sin embargo, la crisis ha afectado incluso a esta categoría: la escasez de robusta ha llevado a muchos torrefactores a comprar arábica, aumentando la demanda y su precio.
Subida de precios en toda la cadena
El aumento del coste del café, que en algunos momentos ha alcanzado el 70% está obligando a ajustar precios en toda la cadena. En hostelería, podríamos ver subidas de 20 céntimos por taza, mientras que en el sector del vending, aunque la variación absoluta será menor, el impacto será similar en proporción. Además, el IPC del café se sitúa en un 7,2%, 2,5 veces el IPC general, reflejando la magnitud de esta situación.
Este encarecimiento también tiene un lado positivo: ayudará a muchos productores a mantenerse a flote tras años de dificultades. Sin embargo, sigue siendo clave que los beneficios lleguen realmente a quienes trabajan en origen.
Suministro de café: ¿problema a corto plazo?
Por ahora, la oferta de robusta sigue cayendo y los tiempos de entrega se han alargado. Los torrefactores que no se han aprovisionado a precios más asumibles deben decidir si esperan una estabilización o compran al precio actual para garantizar su stock.
En Delikia, gracias a nuestro modelo de compra directa y nuestra apuesta por el arábica, no prevemos problemas de stock a corto plazo. Sin embargo, en el pasado hemos enfrentado situaciones difíciles, como los bloqueos en los puertos de Nicaragua por inestabilidad política. Si las condiciones climáticas siguen afectando la producción y los cultivos de café continúan reduciéndose, podríamos enfrentar una escasez real en los próximos años. La solución pasa por garantizar condiciones más justas para los productores, invertir en sostenibilidad y diversificar las estrategias de aprovisionamiento. El café está en un punto de inflexión, y su futuro dependerá de cómo la industria y los consumidores afrontemos estos retos.

Marcos González. Barista de DELIKIA


